Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado de prensa, los investigados, que trabajaban como comerciales, actuando en connivencia, ofertaban inmuebles a empresas constructoras de Ciudad Real o a particulares de los que conocían diversa información.
Por los trámites practicados solicitaban unos honorarios y justificaban sus gestiones con documentos que resultaron ser falsos.
Además los detenidos se apoderaron de documentación sensible de las empresas a fin de conocer sus datos económicos para efectuarles posteriores ofertas sobre inmuebles.
Sin tener ninguna potestad para realizar las operaciones, llegaron a vender inmuebles a dos constructoras de la capital, ganándose la confianza de los compradores apoyados en la falsedad de los documentos que facilitaban; estos documentos pertenecían a dos importantes empresas inmobiliarias y de activos financieros, a los que los detenidos falsificaban las firmas e, incluso, en alguna ocasión, los inmuebles ni siquiera eran propiedad de estas inmobiliarias.
Se les imputan los delitos de estafa, falsedad documental y descubrimiento y revelación de secretos, habiéndose lucrado con la actividad delictiva en más de 33.000 euros.