La investigación de la Policía Nacional comenzó a raíz de una llamada que se recibió en el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 112 el pasado 8 de marzo, en la que una persona decía haber matado a otra, indicando que aún se encontraba junto al cuerpo, ha informado el Instituto Armado en nota de prensa.
Inmediatamente, varios indicativos policiales se dirigieron al lugar donde supuestamente habían ocurrido los hechos, comprobando que se trataba de una falsa alerta.
Una vez realizadas las primeras investigaciones, se comprobó que el autor de las llamadas se hizo pasar por una tercera persona, de la que también aportó su domicilio como lugar donde presuntamente habían ocurrido los hechos, provocando que los vehículos policiales se personaran en el lugar, generando un gran desasosiego en los moradores de la vivienda.
Las pesquisas de la Policía Nacional también permitieron averiguar que no era la primera vez que realizaba este tipo de llamadas, puesto que ya había repetido hechos similares con anterioridad, alertando de falsos homicidios, agresiones con armas blancas, disparos de armas de fuego o personas inconscientes, obligando a movilizar vehículos policiales y servicios sanitarios, creando además una gran alarma ciudadana, que llevaba incluso a crear bulos en las redes sociales.
Una vez localizado, el presunto autor de los hechos fue detenido, debiendo responder por un presunto delito de desórdenes públicos ante la autoridad judicial.