La víctima, de 47 años de edad, sin arraigo en España y con desconocimiento del idioma, había sido contratada de manera irregular en la finca ganadera donde trabajó durante un año y nueve meses y en la que se vio presionada para mantener reiteradamente relaciones sexuales con su empleador, según ha confirmado la Policía Nacional.
La Policía Nacional activó el protocolo de delitos violentos y/o sexuales cuando fue alertada por el servicio médico de Urgencias del Hospital General Universitario de ciudad Real a través del teléfono 091, donde los sanitarios detectaron en la víctima síntomas de un posible delito de índole sexual.
Los agentes que se desplazaron al hospital iniciaron en el lugar las primeras diligencias y el protocolo asistencial a la víctima.
Posteriormente, la investigación permitió a los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría Provincial de Ciudad Real reunir todos los indicios para determinar que el detenido se habría prevalido de su relación de superioridad laboral y de la situación de vulnerabilidad y necesidad de la trabajadora, para solicitar favores de índole sexual.
La precaria situación económica y social de la víctima, quien tiene un hijo en España y otros seis en su país de origen, la conminaron a continuar accediendo a los requerimientos de su superior para así mantener sus ingresos mensuales.
La Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional abrió una investigación paralela para determinar la posible comisión de sendos delitos de trata de seres humanos y contra los derechos de los trabajadores, que finalmente le fueron imputados, junto a un delito de agresión sexual.