En la primera fase se instalarán 315 contenedores en los barrios de La Guija, La Granja, Puerta de Santa Maria, Camino Viejo de Alarcos, Ciudad Jardín Los Rosales, Larache, Los Ángeles, El Pilar y Nuevo Parque, además de en la Atalaya y la pedanía de La Poblachuela, por lo que el 35% de la población de la capital (26.000 habitantes) tendrá acceso a este servicio.
En estos contenedores marrones deben depositarse los restos de comida, como pieles y restos de frutas y verduras crudas o cocinadas, así como restos de carne cocinada, de pescados y mariscos, de pastas y arroces, cascaras de huevos, posos de café y té, bolsitas de infusiones, pan, palillos, hierbas y plantas, servilletas y papel de cocina usados, alpiste y restos de la huerta.
Con los restos que se depositan en el contenedor marrón se puede hacer compost, un biorresiduo que puede aprovecharse como fertilizante e incluso como generador de energía. La concejala anunciaba que antes del verano en las pedanías de las Casas y Valverde se pondrán en marcha proyectos piloto de compostaje comunitario, donde habrá compostadores en donde los ciudadanos podrán depositar estos residuos “in situ”. En el resto de zonas de la ciudad se instalarán los contendores marrones en una segunda fase, en función de cómo se analice que esté funcionando la implantación
Boadella avanzaba que estos contenedores marrones se recogerán en esta primera fase 3 días por semana, y se evaluarán los resultados. Además se llevará a cabo una campaña informativa a los vecinos y vecinas, y también a la hostelería y actividades comerciales.
Lo que no se debe tirar en el contenedor marrón son los restos no orgánicos, como la arena para mascotas, polvo, pelo, colillas, pañales, productos de limpieza, objetos de cerámica, colillas, ceniza, plásticos, ramas de poda ni aceites de ningún tipo. Todos estos deberán depositarse en el contenedor correspondiente.
Mariana Boadella animaba a los vecinos de las zonas donde se implantarán los contenedores a realizar esta separación del material orgánico y a guardar las bolsas compostables que muchos establecimientos están ya entregando a sus clientes, y que les servirán como bolsa de basura para esta fracción orgánica.