Hacer una radiografía de nuestra sociedad para que los datos puedan ser valorados por administraciones, entidades, asociaciones y público en general, para avanzar en la igualdad de trato y la no discriminación, valores fundamentales y principios básicos de los derechos humanos”.
Las conclusiones del informe son muy directas y nos hablan del grado de exclusión existente a causa de las diferentes formas de racismo que encontramos en nuestra sociedad. La discriminación sigue siendo común por razones de nacionalidad, sexo, edad, etnia, religión o condición sexual. Aún queda un largo camino por recorrer y es necesario un cambio social. “El inicio de un cambio social puede ser lento, pero en el momento que se pone en marcha es difícil pararlo, y eso es lo que observamos que está ocurriendo”.
Según el estudio, existe dificultad para identificar y detectar la discriminación y aun así, más de la mitad de las personas participantes manifiestan haberse sentido discriminadas en, al menos, una de las situaciones planteadas en la encuesta. Entre las mujeres, esta tasa de discriminación es mayor (64,81%) que entre los hombres (46,63%).
La discriminación por ser inmigrante o pertenecer a un grupo social o étnico es más frecuente en Ciudad Real, así como el aspecto físico o apariencia externa y la orientación sexual, que la discriminación de género, discapacidad o creencias religiosas y políticas que son considerados factores poco frecuentes según los principales resultados de la encuesta.
Es necesario conocer los datos para desarrollar los cambios necesarios, nuestro papel y el de cada persona es fundamental para eliminar las barreras que obstaculizan todo avance en derechos y libertades.
Tanto la concejala de Igualdad, como la autora del estudio, confían en “que pueda ser una herramienta en el camino hacia la erradicación de la discriminación por origen racial y étnico