Aseguran que hay una gran preocupación entre el personal sanitario y se está llegando a la saturación, sobre todo en la unidad de críticos. Eduardo, que durante 16 años ha estado trabajando en la Unidad de Cuidados Intensivos, dice que se están aplazando consultas e intervenciones ante el aumento de ingresos por coronavirus.
Juan Carlos, que lleva 24 años como enfermero en la UCI, se queja de que no se están dando datos reales de la situación de la unidad de críticos. No solo las 24 camas de la UCI están ya completas, sino que ahora se ha tenido que habilitar otras dependencias que realmente no están preparadas para funcionar como una Unidad de Cuidados Intensivos, por lo que los trabajadores, dice, no pueden dar una atención de calidad a los pacientes.
Además, advierte que la edad de las personas que ingresan en la UCI con problemas de Covid-19 es cada vez más baja. Han llegado a atender a pacientes de 25, 30 o 40 años de edad, cuando en la primera ola, la de primavera, la edad media estaba entre 65 y 75 años.
Si los ingresos en la unidad de críticos del Hospital de Ciudad Real siguen aumentando, Juan Carlos lamenta que se puede llegar al extremo, que ya sucedió en la primera ola de la pandemia, de que los profesionales sanitarios tengan que decidir a qué pacientes se les coloca un respirador y a cuáles no.
Por su parte, Eduardo echa de menos una campaña informativa dura y cruda, con imágenes de las UCIs, para concienciar a la sociedad del peligro que puede suponer contagiarse del coronavirus. Cree que lo ocurrido en Navidad está pasando ahora factura porque mucha gente aún no está mentalizada de lo que realmente sucede.
Estos enfermeros afirman que ver muchos días como mueren personas de todas las edades debido a la Covid-19 mina la moral y provoca un importante impacto emocional entre los profesionales sanitarios.
Eso si, según ha dicho Juan Carlos, una de las mayores satisfacciones que tienen es cuando un paciente que lleva tiempo ingresado en la UCI se recupera y puede salir para reencontrarse con su familia.
Eduardo y Juan Carlos han apelado a la responsabilidad de cada uno para evitar contagios, defienden incluso el autoconfinamiento y piden a las administraciones que adopten las medidas necesarias para parar la pandemia.