La inversión que supone esta renovación del mobiliario urbano es de unos 100.000 euros. Boadella reconocía que “era una actuación necesaria, porque hay bancos que han hecho su función… algunos tienen 30 años, y se sustituyen por bancos más accesibles y más cómodos para que los ciudadanos podamos disfrutar de estas zonas verdes al aire libre en estos momentos de pandemia, de forma responsable y sin formar grandes grupos”.
La edil destacaba cómo se trata de bancos de madera, “que dan una imagen más moderna, son bancos que tiene muy buena resistencia y el mantenimiento es más fácil. Además, hemos colocado bancos en zonas donde los vecinos nos pedían que los colocáramos, así que hemos puesto más bancos de los que había, en sitios donde los vecinos los puedan utilizar”.
La intención del Ayuntamiento es que a los bancos sustituidos se les dará una segunda vida, por lo que se fomentará la economía circular para que aquellos que se pueda, se aprovechen. “La idea es que los bancos aprovechables se puedan subastar o donar desde el Ayuntamiento a quien los necesite”, afirmaba Boadella.
Desde que comenzaron los trabajos de sustitución, ya se ha efectuado el cambio de un 30% de estos bancos, que se irán colocando a lo largo de los próximos meses.