Al principio todo era maravilloso, le decía a la pareja que era su “príncipe azul”, pero tras seis meses de relación comenzaron las agresiones verbales, sobre todo a raíz del confinamiento con motivo de la covid. De ahí se paso a las agresiones físicas.
Elena relata que su pareja le obligó a tener sexo con él y que a partir de ahí tuvo una experiencia muy traumática. Además, el entorno de la mujer no se creía lo que estaba sucediendo y le animaba a continuar su relación con este hombre.
Su pareja le decía que era el que traía el dinero a casa para mantenerla a ella y a los hijos. Elena reconoce que dependía económicamente de él, pero cuando pudo encontrar un trabajo decidió denunciar lo que estaba ocurriendo.
Actualmente Elena está en la Casa de Acogida de mujeres maltratadas de Ciudad Real junto con su hijo. Aquí dice que se encuentra bastante mejor. Este recurso tiene capacidad para cuatro familias y ahora se encuentra al cien por cien de ocupación.
Su directora, Fátima Mondéjar, asegura que las mujeres llegan aquí en una situación dramática y complicada pero con el tiempo mejoran mucho. Permanecen en la Casa de Acogida entre 6 y 12 meses.
Asegura que es un mito pensar que hay un perfil de mujer maltratada y de hombre maltratador.