El descubrimiento de este nuevo chorro de agua, que tiene un funcionamiento parecido al de un géiser, pero en vez de emitir periódicamente una columna de agua caliente y vapor al aire lo que hace es emitir de forma constante una columna de agua y CO2 desde el interior de la tierra al exterior, ha sido hallado después de que se tuviera conocimiento de la aparición de otro similar en Almagro hace unas semanas.
Este nuevo chorro, que se localiza en una parcela agrícola situada entre las localidades de Miguelturra, Carrión de Calatrava y Almagro, en la comarca del Campo de Calatrava, llevaría funcionando de manera continua desde el pasado 14 de enero, han explicado a Efe fuentes del grupo Geovol de la UCLM.
Los científicos han apuntado que, de esta manera, el nuevo chorro de agua supera en el tiempo como activo a la mayor parte de los chorros documentados hasta la fecha, exceptuando el chorro de Granátula de Calatrava del año 2000, que duró 176 días.
Los investigadores, que junto con los miembros del Seprona se han desplazado hasta el lugar para estudiar este nuevo fenómeno relacionado con la actividad volcánica de la comarca, han precisado que de momento no es posible aventurar cuánto tiempo puede continuar funcionando esta nueva "surgencia" de agua.
En cualquier caso, por la ubicación que tiene, por el espesor de la formación geológica permeable sobre la que se asienta y su acuífero asociado, el chorro podría llegar a un horizonte temporal similar al de Granátula de Calatrava, han apuntado a Efe.
Tras la aparición de este chorro, que han denominado 'de Los Cabezos', los investigadores han conocido la existencia en el pasado de otro chorro en las proximidades y han descubierto también un salidero de CO2 sin agua en el maar de La Celadilla y la existencia de una fuente o pozo de agua agria próximo al casco urbano de Miguelturra.
El chorro de Los Cabezos, han subrayado, surge a través de un sondeo realizado con fines agrícolas que alcanzó los 110 metros de profundidad, sondeo que se ejecutó a principios de octubre de 2019, comenzando a funcionar la salida masiva de gas y agua en el mes de enero de 2020.
En la actualidad no es visible porque el propietario de la parcela agrícola lo mantiene tapado con una capucha metálica perforada y fijada con un candado.
Al igual que en otros chorros conocidos de la comarca, la concentración de CO2 medida por los investigadores, tanto en el aire como en la boca del sondeo y en el entorno exterior en su base, presenta valores excepcionales, por encima del 13 % y alcanzando el 18 %.
Los flujos de CO2 en el Campo de Calatrava tienen un origen natural en una fuente profunda por desgasificación del manto o de un reservorio hidrotermal asociado a él.
Las descargas de CO2 en el Campo de Calatrava son consideradas en la actualidad como una de las principales fuentes naturales emisoras de CO2 en toda la España peninsular, junto con la de la Selva-Emporda en Cataluña.
Los parámetros hidroquímicos medidos en las aguas que afloran son aguas hiposalinas y ligeramente ácidas, valores normales en las aguas freáticas de la zona, que contienen grandes deposiciones de hierro, tratándose por tanto de aguas ferruginosas.
Los investigadores han concluido que sería recomendable realizar un análisis completo hidroquímico de las aguas del sondeo que podría encargarse a la Confederación Hidrográfica del Guadiana y una evaluación de la firma isotópica del gas saliente que podría realizar el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).