El estudio no sólo se centra en la prevalencia de la enfermedad, sino en clave de consecuencias en el bienestar emocional, económico, en las relaciones familiares, en la asunción de los cuidados, en el empleo, en los niveles de vulnerabilidad, brecha digital, en los hábitos cotidianos, en las preocupaciones, etc., que ha detallado Alberto Hervás, responsable de Multiángulo.
La concejala de Igualdad, Ana Belén Chacón, destacaba cómo “esta crisis de la pandemia ha afectado a todas las personas, pero no ha afectado a todas las personas por igual. Está teniendo y tendrá un impacto negativo más significativo en aquellas personas que presentaban ya antes una situación de mayor vulnerabilidad: personas con trabajos precarios o sin empleo, personas sin hogar, personas con discapacidad o enfermedades crónicas, personas mayores, personas migradas, etc.”
La pandemia –reconocía- ha visibilizado cómo se han agrandado las desigualdades preexistentes. Así mismo, la desigualdad de género explica que dentro de estos grupos las mujeres y las niñas estén más expuestas a esta crisis en términos de discriminación, violencia y vulneración de derechos.
El informe se estructura en diferentes apartados que buscan ofrecer un acercamiento a la realidad desde una óptica multidimensional. En el impacto a nivel personal y de convivencia de la pandemia, la mayoría la población se siente razonablemente bien, pero se observa que los ámbitos de mayor resentimiento se relacionan con la esfera personal, el estado anímico-emocional y las relaciones socio-familiares.
En los hábitos cotidianos, las actividades que han predominado son tres: conectarse a internet, trabajar y realizar tareas relacionadas con el hogar, siendo estas últimas donde las diferencias de género son mayores.
Con respecto a la brecha digital se pone de manifiesto que es real y existe un analfabetismo en este campo, siendo la población que no alcanza los estudios secundarios o es mayor de 65 años el perfil en clara desventaja.
En cuanto a la salud, de forma generalizada las mujeres perciben una evolución más negativa de su estado de salud. Tener discapacidad, vivir sola o en las pedanías y ser migrante, agravan la percepción de deterioro.
El desempleo femenino crece durante el año 2020 un 6% en Ciudad Real. Los hombres han teletrabajado más que las mujeres, el 17,5% frente al 11,4%, lo que puede ser un reflejo que marca que las mujeres trabajan más en el sector servicios y cuidados que necesitan una mayor presencialidad.
En cuanto a los ingresos, se calcula que la merma en ingresos que han tenido las familias ha sido del 10%, y el 30,5% de los hogares dice carecer o teme quedarse sin ahorros para imprevistos. Una cuarta parte de los encuestados está preocupada por llegar económicamente a final de mes.
Ana Belén Chacón agradecía a todas las personas expertas y profesionales que desinteresadamente han colaborado en este estudio y a las 1.260 personas, 864 mujeres y 378 hombres, que han respondido a la encuesta que se realizó entre los meses de octubre a noviembre. Un nuevo estudio a propuesta del Consejo Local de la Mujer, que se publicará en la web del Ayuntamiento para su consulta.
Le cedo la palabra a Alberto Hervás de la empresa Multiangulo para que os pueda explicar cómo se ha realizado el estudio y os hable de los algunos datos más significativos.