Según ha informado en nota de prensa la Benemérita, la actuación tuvo lugar cuando los agentes, que se encontraban de servicio en el paraje Los Cachones del término municipal de Villarubia de los Ojos (zona de protección del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel), observaron un vehículo que circulaba a escasa velocidad y que intentó huir al observar la presencia de los agentes.
Al aproximarse a él, los guardias civiles observaron como este sacó del maletero una bolsa que escondió en unas piedras. En su interior iba una jaula y dos ejemplares muertos de conejo de monte.
Volviendo al lugar donde se observó por primera vez el vehículo, los agentes se encontraron tres trampas realizadas de forma artesanal, consistentes en un palo clavado al suelo por uno de sus extremos con forma de arco o muelle y un disparador que accionaba el mecanismo al ser arrastrado por la pieza a capturar.
Teniendo en cuenta que dicha trampa no es selectiva, ya que puede caer en ella cualquier reptil, mamífero pequeño u otra especie protegida, los agentes procedieron a investigar a esta persona como presunto autor de un delito relativo a la flora, la fauna y animales domésticos. Además ha sido sancionado por incumplir las medidas de limitación de movilidad establecida en el estado de alarma.
El SEPRONA de la Guardia Civil, como policía judicial medioambiental específica es la unidad especializada en la protección, conservación del medio natural, y dentro del marco competencial establecido en la Ley, es el encargado de la investigación de esta tipología delictiva.