Recuerda que cuando comenzó la guerra todos pensaban que iba a durar poco tiempo, pero ya se ha cumplido un año y no saben cuando podrá terminar y que “sorpresa” prepara el presidente ruso, Vladimir Putin.
Ivanna, tiene 48 años, es profesora de ruso en la Escuela Oficial de Idiomas de Ciudad Real y también traductora colaborando con ONG´s.
Dice que siempre intenta sonreír a pesar del conflicto bélico que sufre su país, pero ayer mismo no pudo contenerse y arrancó a llorar.
Como traductora, ha podido conocer muchas historias de compatriotas suyos que han venido a Ciudad Real o a otras provincias de España para huir de la guerra. Historias como la de una familia al completo que procedía de Mariupol, una ciudad destruida.
Hay ucranianos que pasan un tiempo en España que tienen que volver porque no se adaptan aquí y quieren ir con sus maridos o padres que se quedaron en Ucrania. Pero otros han decidido quedarse en Ciudad Real.
Ivanna tiene familia en Ucrania, su madre, hermanas y primos, con los que mantiene un contacto permanente. Viven en una zona cercada a la frontera con Rumanía y Hungría.
Asegura que todos los ucranianos quieren la paz, tienen fe en que el conflicto lo gane su país pero cree que la guerra no va a acabar enseguida.