Se ha encontrado en Bolaños de Calatrava

Localizan un tercer géiser en la zona volcánica de Ciudad Real

El Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (Geovol) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha localizado un nuevo géiser de agua y gas activo en la zona volcánica del Campo de Calatrava, en Bolaños de Calatrava (Ciudad Real).

EFE

Ciudad Real |

El nuevo géiser ha aparecido en Bolaños de Calatrava | EFE

El hallazgo de este nuevo chorro de agua, el tercero que encuentran en dos meses, ha sido posible gracias a la estrecha colaboración que este grupo de investigación mantiene con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha.



En el mes de marzo, han dicho a Efe fuentes de Geovol, se conocía la aparición en Almagro del primer chorro de agua, con un funcionamiento parecido al de un géiser, pero en vez de emitir periódicamente una columna de agua caliente y vapor al aire lo que hace es emitir de forma constante una columna de agua y CO2 desde el interior de la tierra al exterior.



Posteriormente, a principios del mes de mayo tenían conocimiento de un segundo géiser en una parcela agrícola situada entre las localidades de Miguelturra, Carrión de Calatrava y Almagro, que llevaba activo desde el 14 de enero, más de más de 100 días.



Los investigadores han señalado que esta nueva surgencia de gas y agua se localiza al noroeste del volcán de la Yezosa, una zona que se ha visto sacudida por la aparición de diversos chorros de agua desde el año 2011, con dos eventos temporales en los que se han concentrado estos chorros, en los años 2011 y 2020.



Además, han destacado que la aparición de casi todos ellos se ha producido entre finales del mes de febrero y principios del mes de junio, surgiendo tras periodos de lluvias importantes.



En cuanto a este chorro, que han denominado 'El Prado', han destacado que tras las primeras investigaciones se ha podido constatar que ha emitido agua y gases concentrados en al menos cinco ocasiones, en febrero de 2011, mayo de 2012, mayo de 2015, febrero de 2018 y ahora en mayo de 2020, no descartando la existencia de alguna emisión más.



Durante su visita de campo a esta parcela agrícola junto con el Seprona, el propietario les ha revelado que este chorro aparece de forma intermitente en relación con episodios de lluvias intensas desde hace unos 10 años.



El chorro se encuentra en el interior de una caseta, donde hay un sondeo agrícola destinado a riego, cuya ventana inferior tuvo que ser abierta por el propietario para facilitar la salida del agua hacia el exterior.



Llama la atención, han señalado los investigadores, el techo interior de la caseta, donde se observa un gran desconchón en relación con el enlucido fruto de la fuerza que llega a adquirir el chorro, que en ocasiones alcanza los 2,7 metros de altura que tiene la caseta.



Junto al chorro de 'Los Arenales' en Almagro, son los dos únicos chorros conocidos que llevan funcionando tanto tiempo.



La concentración de CO2 medida en el interior del sondeo presenta valores excepcionales, por encima del 12 %, mientras que los parámetros hidroquímicos medidos en las aguas que afloran desde el chorro las clasifican como aguas subsalinas y ligeramente ácidas, valores normales en las aguas freáticas de la zona.



A pesar de que se trata de agua sin turbidez aparente, llama la atención la presencia de importantes deposiciones de hierro, que indican que se trata, por tanto de aguas ferruginosas.



Los flujos de CO2 en el Campo de Calatrava tienen un origen natural en una fuente profunda por desgasificación del manto o de un reservorio hidrotermal asociado a él.



Las descargas de CO2 en el Campo de Calatrava son consideradas en la actualidad como una de las principales fuentes naturales emisoras de CO2 en toda la España peninsular, junto con la de la Selva-Emporda en Cataluña.