También ha declarado una amiga de la familia del acusado, una notaria jubilada, quien ha manifestado que el día de los hechos le llamó la madre del procesado diciéndole que su hijo, al que se conoce como Curro, había matado al vecino.
Sin embargo, la madre del procesado, María Auxiliadora, ha negado que dijera eso y que lo que le contó su hijo por teléfono es que el vecino le había atacado y le había intentado matar a él.
Por su parte, la viuda de la víctima, María Fernanda, ha reconocido las malas relaciones que tenían con el acusado, que vivía al lado de su casa, en la calle Arrayanes. Ha explicado que el día de los hechos su marido salió a la calle para ver el buzón de correos y que ella se quedó dentro de la casa. No vio ni oyó nada. Solo cuando recibió la llamada telefónica de una vecina abrió la puerta de la vivienda pero una policía le comentó que se quedara dentro porque había habido un altercado y su esposo estaba grave.
La mujer asegura que no vio a Antonio tendido en el suelo pero sí pudo observar como el vecino de al lado se ponía las manos en la cabeza porque estaba siendo detenido por los agentes. Después fue una doctora a su casa para decirle que su marido había muerto y que por la herida que presentaba en el cuello “estaba claro que habían ido a por él.”
La doctora también ha declarado en el juicio y ha manifestado que no se acuerda si dijo esas palabas a la mujer del fallecido. Ha relatado que no fue posible la reanimación de la víctima porque la cantidad de sangre que había en el suelo era incompatible con la vida.
El enfermero que atendió a Antonio ha declarado que realizaron las tareas de reanimación torácica pero el hombre ya estaba técnicamente muerto.
Esta previsto que la vista oral finalice mañana con las declaraciones de peritos, forenses, facultativos del servicio de criminalística y del servicio de biología.
La Fiscalía solicita 20 años de cárcel para el acusado por un delito de asesinato, una pena que las dos acusaciones particulares fijan entre los 20 y 30 años, mientras que la defensa pide la libre absolución de su cliente al entender que actuó en defensa propia.