En un comunicado conjunto, las organizaciones consideran que las Tablas de Daimiel se merecen toda la atención como Doñana y el Mar Menor, y recuerdan que, en este espacio manchego, se pusieron de manifiesto las graves consecuencias de una gestión errónea del agua y, en concreto, de la sobreexplotación causada por el regadío.
Situación que ha llevado a incluir el parque en la Lista Montreux de Ramsar desde 1990, que registra aquellos humedales donde se han producido o pueden producirse cambios en las características ecológicas como consecuencia del desarrollo tecnológico, la contaminación u otra intervención del ser humano.
Entre las medidas que las organizaciones han propuesto está la remisión de un escrito a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a la Vicepresidenta Tercera del Gobierno, en el que reclaman la puesta en marcha de un Marco de Actuaciones Prioritarias que pivote sobre el verdadero problema que acucia al humedal: la sobreexplotación de los acuíferos y, en consecuencia, la necesaria reducción de las extracciones de agua para regadío en el acuífero de la Mancha Occidental.
Para las organizaciones este Marco de Actuaciones Prioritarias debe ser vinculante y estar dotado de presupuesto suficiente para la ejecución de medidas a corto y medio plazo. Los objetivos principales del Marco de Actuaciones deben ser la reducción de las presiones, principalmente la sobreexplotación, así como el restablecimiento de la legalidad y la reducción de superficies regadas en todo el Alto Guadiana, incentivando un diferente desarrollo socioeconómico.
Por otro lado, las organizaciones ambientales reclaman al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, como máximo responsable del parque nacional y de la gestión del agua, una revisión a la baja de las dotaciones de agua para regadío y un plan coordinado y eficaz de control de las extracciones y de clausura de pozos ilegales en el que participen todas las autoridades competentes para garantizar el cumplimiento de la normativa ambiental.
Asimismo, las organizaciones consideran que no se debe poner en marcha el proceso de transferencia del parque nacional a la Comunidad de Castilla-La Mancha hasta que no esté acordado el Marco de Actuaciones Prioritarias que garantice la recuperación ambiental de las Tablas de Daimiel y la reducción decidida del regadío en su zona de influencia.
NO AL TRASVASE PARA LAS TABLAS
A juicio de las organizaciones, deben dejarse a un lado medidas excepcionales y cosméticas, como el trasvase de agua desde el Tajo, que en este momento podría producir una amenaza mayor como la expansión de especies exóticas invasoras, como el mejillón cebra, como se dijo en el Consejo de Participación de Daimiel y que no hacen sino deteriorar aún más el espacio. Así, consideran que ninguna aprobación excepcional debe aceptarse si no está precedida de una reducción del volumen de concesiones de regadío en el momento actual.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España recuerdan que las Tablas de Daimiel pueden perder su condición como espacio natural protegido y que si en un plazo breve no se dan los pasos adecuados para su recuperación natural deberían ser objeto de la declaración de estado de conservación desfavorable que plantea el artículo 22 de la Ley de Parques Nacionales y que implica la intervención de la Administración General del Estado para adoptar “aquellas medidas y acciones indispensables para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la presente ley y la adecuada conservación del parque nacional”.
La recuperación de las Tablas de Daimiel es más que una obligación legal, debe ser un compromiso moral de toda la sociedad, ya que en estas cinco décadas no se ha frenado su deterioro ni se le ha dado la protección que merece.