Las dos niñas, de 6 y 12 años de edad, fueron atendidas en un principio en el centro de salud de Calzada, aunque después fueron trasladadas al Hospital General de Ciudad Real y más tarde derivadas a la unidad de quemados pediátrica del Hospital La Paz de Madrid.
Allí continúa ingresada en observación la más pequeña, tiene quemaduras en toda la cara, y la otra niña, la de 12 años, recibió el alta y tiene heridas en mitad del rostro. Su padre, Luis Salvador Ruiz, ha manifestado en Onda Cero que la hija se encuentra bien aunque psicológicamente no, está triste y algo asustada por lo que ocurrió.
Fue el sábado a eso de las 20:00 horas en la Plaza de España. Se celebraba el entierro de la sardina, alguien lanzó una botella con un resto de alcohol de quemar y produjo una deflagración que alcanzó a las pequeñas.
Ruiz dice que no había medidas de seguridad, la zona no estaba perimetrada ni había bomberos. Algo que se ha estado repitiendo todos los años, hasta que ha ocurrido una desgracia.
Luis Salvador Ruiz asegura que las familias de ambas niñas lo tienen claro, van a denunciar lo ocurrido porque consideran que fue una negligencia.
El padre de la niña mayor afirma que lo están pasando mal y que posiblemente la pequeño e incluso ellos mismos necesiten la ayuda psicológica para superar el trauma por lo sucedido.
CALZADA CAMBIARÁ EL PROTOCOLO DE SEGURIDAD
El Ayuntamiento de Calzada de Calatrava va a elaborar un nuevo protocolo de seguridad para evitar lo sucedido este pasado fin de semana cuando dos niñas resultaron heridas con quemaduras leves durante la celebración del entierro de la sardina.
La alcaldesa, Gema García, reconoce en Onda Cero que hoy aún están consternados por lo sucedido y ha puesto a disposición de los padres todos los recursos del Ayuntamiento.
La Guardia Civil y la Policía Local están elaborando los informes sobre lo sucedido. La primera edil ha señalado que van estudiar los hechos y el Ayuntamiento va a iniciar la elaboración de un nuevo protocolo de seguridad para evitar que en un futuro vuelva a ocurrir el incidente.