Los ocho embalses retienen 104,5 hm3 de agua, diez más que hace un año, y se encuentran al 26% de su máxima capacidad. Todos los pantanos o bajan sus recursos o los mantienen.
Torre de Abraham, el más grande de la provincia, pierde cerca de un hectómetro cúbico, acumula cerca de 37 y está al 20%.
Mientras, Gasset, del que se abastecen Ciudad Real y comarca, se encuentra al 36% de su capacidad y baja hasta los 14 hm3, es decir, está ya en el límite para que la Mancomunidad del Gasset pueda solicitar un trasvase de 2,5 hm3 de agua desde Torre de Abraham.
El presidente de la Mancomunidad, Casimiro Pastor, ha manifestado que ahora mismo no se va a pedir esta derivación, tiene que estar por debajo de los 14 hm3 y recuerda que actualmente hay agua para 16 meses de abastecimiento.
Pero si sigue bajando el nivel hídrico del Gasset, se solicitará el trasvase a la Confederación del Guadiana en virtud de lo que se contempla en el Plan Especial de Sequía.
Además, Gasset y Torre de Abraham acumulan menos de 54 hm3 entre ambos pantanos, por lo que esta unidad territorial podría abandonar próximamente la situación de alerta y pasar a la de emergencia por sequía si las reservas se mantienen durante dos meses por debajo de esa cifra.
LOS OTROS SEIS EMBALSES
Por su parte, los pantanos de Peñarroya y Puerto Vallehermoso están por encima del 80% de su capacidad, el primero almacena 43 hm3 y el segundo 6 hm3.
El resto de embalses continúan en una situación crítica. La Cabezuela retiene menos de 3 hm3 y está al 6,5% de su máxima capacidad, El Vicario solo tiene un hectómetro cúbico de agua, mientras que Vega del Jabalón y Puente Navarro están prácticamente secos.
RIEGOS EN GASSET, TORRE ABRAHAM Y VICARIO
Según ha informado la Confederación Hidrográfica del Guadiana, no se podrán atender, total o parcialmente, los riegos con aguas superficiales reguladas de las zonas regables de Vicario, Gasset y la Torre de Abraham.
En la zona regable de Gasset sólo se podrán utilizar 0,5 hm3, y en la de Torre de Abraham 17,5 hm3.
No se podrá atender el riego con aguas superficiales reguladas en la zona regable de Vicario a la vista de la situación actual del embalse, ni siquiera para las necesidades de riego de cultivos permanentes.