Las pruebas de tuberculosis realizadas por la administración regional, enmarcadas en el programa nacional de vigilancia, prevención, control y erradicación de enfermedades en animales, supusieron el sacrificio de más de 30.000 cabras en la provincia a cierre de 2021.
Esta es la cifra resultante de los sacrificios obligatorios, más los vaciados sanitarios solicitados por aquellos que, con un alto porcentaje de cabras afectadas y previsibles nuevos casos en las siguientes rondas, tomaron esta drástica decisión para poner freno a las pérdidas económicas.
En menos de un año, al menos, 15 explotaciones ganaderas ciudadrealeñas han suprimido sus rebaños de cabras. Solo una ha apostado por reponer animales con la compra de nuevas chivas, según ha manifestado en Onda Cero el ganadero de Valdepeñas, José García de Mateos, que habla en representación del sector.
García de Mateos señala que, además del importante esfuerzo económico necesario para comprar cabezas de ganado, existe un problema añadido muy importante. La falta de garantías de estar adquiriendo animales sanos.
Ahora, después de un lapso de inactividad, se ha retomado la realización de la prueba comparada en los rebaños de ganado caprino de la provincia de Ciudad Real, donde la administración regional informaba que se ha detectado una prevalencia de tuberculosis muy alta.
Los ganaderos que todavía subsisten expresan su preocupación por las consecuencias de esta nueva ronda de analíticas y controles, que ya ha llevado a una explotación con ganado caprino de Tomelloso a realizar un vaciado sanitario en estos últimos días. 600 cabras han ido al matadero.