"Francisco Javier Collado Rivas tenía 38 años cuando sufrimos los primeros zarpazos de la Covid-19. Pocos días antes de conocer su muerte el propio Francisco Javier reclamaba medios de autoprotección para que sus compañeros del Centro Penitenciario y el mismo pudieran realizar el servicio protegidos. Días después de hacer esta solicitud caía contagiado, falleciendo poco después", han recordado en nota de prensa esta asociación.
En ese momento desde los servicios jurídicos de AEGC solicitó a la Dirección General de la Guardia Civil, en nombre de la familia, que su fallecimiento se considerará en acto de servicio iniciando los trámites y gestiones correspondientes para que le fuera reconocido. Tras más de un año de espera, "por fin la Dirección de la Guardia Civil ha hecho justicia con el que fuera nuestro delegado y le ha reconocido el acto de servicio".
Desde la Asociación Española de Guardias Civiles confían en que este reconocimiento abra la puerta a todas las familias de los guardias civiles fallecidos durante esta pandemia "cuando cumplían cada día con su deberes como servidores públicos".
"Han sido meses duros en los que cada día teníamos que reclamar hasta mascarillas para salir a la calle a dar servicio a los ciudadanos en residencias, en sus casas, en la carretera o como nuestro compañero en el CP de Herrera de la Mancha", han denunciado.
Por ello, la AEGC se ha mostrado confiada en que la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, agilice los trámites para que el resto de familias no tengan que esperar un año.
"Desde nuestra asociación también queremos reconocer el trabajo realizado por la psicóloga de la Guardia Civil de Albacete por el apoyo que ha prestado y presta a la viuda de nuestro compañero para que pueda superar este duro trance", ha concluido.