En declaraciones a Onda Cero, Marchán ha dicho que “la medalla ha sido un premio para todo el equipo”. Reconoce que tras la derrota en semifinales contra Dinamarca la selección “se quedó anímicamente tocada porque fue un partido que no salió redondo para España y tuvimos un mal día.”
Sin embargo, ha indicado Rubén Marchán, “nos recuperamos y al día siguiente se trabajó bastante bien para preparar el encuentro contra Francia, un partido muy complicado y un rival muy duro”.
El jugador manzanareño reconoce que el bronce “sabe muy bien” y subraya que “debutar en un mundial y llevarte una medalla es un sueño cumplido para mí”.
Marchán mira ahora a la Liga Asobal y a los próximo JJOO de Japón.
En el Mundial de Balonmano, Rubén Marchán, de 26 años de edad, jugó en todos los partidos que disputó España, un total de nueve encuentros, en los que consiguió 22 goles en 26 lanzamientos, obteniendo un 85% de efectividad.
Marchán juega actualmente en la Liga Asobal, en el Ademar de León, donde está haciendo una gran temporada, y tuvo como premio ser convocado por la selección española para disputar el pasado mundial de Egipto.