Una medida que impedirá el plagio y la usurpación, en este caso, de los encajes de Almagro, que datan del siglo XVI. Nieves Cuadra, de “Encajes El Villar”, ha manifestado en Onda Cero que esta protección es muy positiva para dar un impulso a una tradición que está desapareciendo.
Los jóvenes no se acercan a este tipo de artesanía porque es muy difícil vivir de ella y para aprenderla y desarrollarla se necesita mucho tiempo y paciencia.
Son cada vez menos las encajeras que hay en Almagro. Muchas de ellas son personas mayores.
También hay encajeros, como Baldomero Manzano, de encajes “Manzano Gracia”. Lleva 59 años dedicándose a este oficio. Le parece bien la figura de la IGP y espera que sirva para mejorar esta artesanía típica de Almagro y para que “no nos copien los chinos”, según ha dicho Manzano.
Este encajero de Almagro subraya que los turistas valoran mucho y bien el encaje y señalan que son muy baratos.
LAS EMPRESAS PEQUEÑAS PODRÁN RECIBIR AYUDAS
La normativa europea de la IGP para los encajes de Almagro viene a garantizar que este producto esté protegido tanto en la Unión Europea como a nivel global.
Ya solo resta la aprobación definitiva en el Consejo Europeo, que podría suscitarse en octubre para que este oficio cuente con protección europea.
En virtud de este texto legislativo, las empresas más pequeñas recibirán apoyo para tramitar las solicitudes.