Y eso a pesar de que en mayo se llevó a cabo el bombeo de agua desde los pozos de emergencia que hizo que las Tablas tuvieran más de 300 hectáreas encharcadas antes del verano.
Sin embargo, la falta de lluvias, el fuerte calor y la evaporación, entre otros factores, han hecho que la superficie inundada se haya reducido notablemente durante la época estival, un episodio que se viene repitiendo desde hace años.
El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, se ha pregunta en Onda Cero qué ha estado haciendo durante este tiempo el Ministerio de Transición Ecológica para salvar la situación del parque.
Asegura que el agua de los pozos únicamente sirve para una situación de emergencia pero no para el mantenimiento de las Tablas de Daimiel y vuelve a reivindicar un trasvase aprobado por el Ministerio de 20 hectómetros cúbicos desde la cabecera del Tajo, aprovechando la infraestructura de la tubería a la Llanura Manchega.
Sierra recuerda que el Patronato Rector de las Tablas, la Comisión Mixta de Parques Nacionales de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Daimiel han pedido al Ministerio de Transición Ecológica que apruebe una derivación al parque daimieleño.
Advierte que no se está cumpliendo con el régimen de inundación mínima de Las Tablas, cuya normativa señala que debe tener 1.400 hectáreas encharcadas a principios de primavera y 600 a finales de verano.
El alcalde de Daimiel también subraya que el espacio natural tiene numerosos reconocimientos internacionales pero al parecer no valen para nada, y advierte que España puede ser sancionada por la Unión Europea por no mantener la conservación del parque.
Si finalmente las competencias de las Tablas de Daimiel son transferidas a Castilla-La Mancha, Leopoldo Sierra confía en que en el convenio se incluya un punto para que la Junta de Comunidades pueda exigir al Ministerio un apoyo externo de agua, ya que de lo contrario, dice el alcalde, se corre peligro de que las Tablas de Daimiel se convierta en un secarral.