Al igual que ha ocurrido en otras muchas ciudades de España, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras han convocado esta mañana una concentración en Ciudad Real para denunciar el uso oportunista de los derechos sociales y la protección de la mayoría social. Unas 300 personas han participado en esta protesta.
A pesar de que el Consejo de Ministros haya aprobado un nuevo real decreto “ómnibus” que recoge la mayor parte del “escudo social”, como la revalorización de las pensiones o las ayudas al transporte, los sindicatos de clase subrayan que no darán ni un paso atrás, ni aceptarán que se frivolice con el bienestar de la clase trabajadora. Aseguran que con los derechos de las personas no se juega.
La secretaria provincial de UGT, Alfonsi Álvarez, ha manifestado que los ciudadanos se están dando cuenta de que “la política a la que nos están llevando es una antipolítica en la que se permite secuestrar los derechos de la mayoría social en pro de unos beneficios políticos”.
Álvarez quiere que “no jueguen con nosotros y con nuestros derechos porque se está hablando de mayorías sociales en las que hay grupos vulnerables con los que no se puede jugar, pido que los políticos piensen más en las personas y no en sus estrategias partidistas y que empaticen con los trabajadores”.
“Tenemos que pedir a los políticos que tengan más altura de miras, que no se puede frivolizar con estas cuestiones y hay que asegurarlas para que no venga un partido de ultraderecha al que no le importa para nada lo que pueda pasar a colectivos más vulnerables”, ha dicho la líder provincial de UGT.
Por su parte, el secretario general de CCOO en Ciudad Real, José Manuel Muñoz, ha manifestado que, aunque la mayor parte del decreto “ómnibus” está ya acordado, sin embargo subraya que hay un problema en España, “en el parlamento se miran más los intereses partidistas que los intereses de la gente en general, y no van a permitir que se juegue con el pan de la gente”.
Muñoz ha añadido que “se está poniendo en peligro el escudo social que se viene tejiendo desde hace más de 50 años” y ha destacado que “los derechos no se heredan, están viendo que las tendencias están cambiando y cómo los poderes económicos ven que es posible estar en los parlamentos y no dejar que gobierne gente del pueblo, y esto es un peligro muy grave a la hora de defender los derechos sociales”.
Ante esta situación, Muñoz ha advertido que “la derecha y la ultraderecha hemos visto que pueden coincidir en votos y que todo lo que se había conseguido hasta ahora se puede ir al traste”.