Ambas urbanizaciones llevan quince años intentando resolver el problema de la acometida del agua potable para esta zona de Miguelturra. Estos vecinos se tienen que abastecer de pozos y sondeos.
Recuerdan que en marzo la propia alcaldesa anunció que en pocos días el consistorio iba a aprobar y conceder la licencia para que comenzaran las obras y pudiera llegar agua potable con normalidad a las viviendas de la Cobatilla y las Cantarreras.
Pero han ido pasando las fechas y el Ayuntamiento miguelturreño aún no ha concedido la licencia de obra a los vecinos. Estos, además, critican la actitud de la Secretaria municipal que, al parecer, mantiene algunas discrepancias con la primera edil a la hora de conceder la licencia.
En un manifiesto leído frente al consistorio, los vecinos de estas dos urbanizaciones, en la que viven unas 1.000 personas, aseguran que Laura Arriaga “nos engañó, ha mentido descaradamente a las instituciones, a los medios de comunicación, al presidente regional García-Page que se interesó por este asunto y ha roto la esperanza de los vecinos que esperaban disfrutar pronto con tener en sus viviendas agua para beber”.
Los vecinos señalan que “nunca abandonaremos este proyecto que comenzó hace 15 años y que no sabemos cuándo terminará”.