Juan Carlos Iniesta, comerciante de frutas en el mercadillo, ha señalado que van a pedir al Ayuntamiento de Ciudad Real que medie ante la Consejería de Sanidad para que lo mismo que se permite la venta en las grandes superficies comerciales donde hay una gran afluencia de público, se permita en el mercadillo, donde las medidas de seguridad que se han adoptado garantizan una menor presencia de gente.
Iniesta ha expresado el malestar que tienen los comerciantes con la medida adoptada por Sanidad, a raíz de las medidas especiales fijadas para Ciudad Real por el incremento de los casos registrados de COVID-19, porque consideran que supone "un agravio comparativo" con el resto de negocios.
"Los vendedores ambulantes estamos ante un situación muy delicada, porque algunos como los de textil, viven día a día de sus ventas y no poder vender les supone pasar verdaderos apuros económicos", ha advertido.
En otros casos, ha denunciado que la toma de decisiones de "forma inmediata" ha provocado en algunos de ellos pérdidas económicas importantes, como en el caso de los fruteros, que han visto cómo la fruta se queda en el campo sin poder ser recogida para ser vendida al público.
Los vendedores ambulantes van a pedir la mediación del Ayuntamiento de Ciudad Real para que interceda ante Sanidad para que se pueda reabrir el mercadillo con las mismas medidas de seguridad que se habían adoptado tras la salida del confinamiento.
José Maya, otro de los vendedores ambulantes del mercadillo de Ciudad Real, ha recordado que la OMS reconoce que comprar o trabajar al aire libre implica menos riesgo de contagio que hacerlo en espacio cerrados, de ahí, que haya insistido en que es más seguro vender y comprar en un mercadillo que en un gran centro comercial.
Además, ha puntualizado que existen otras medidas alternativas que se pueden adoptar para no cerrar estos espacios, como que se amplíe la distancia entre puestos de vendedores o que incluso se puedan repartir los vendedores durante dos días, en vez de uno como ahora.
Por su parte, en declaraciones a los medios, la concejala de Consumo del Ayuntamiento de Ciudad Real, Ana Belén Chacón, ha dicho que entiende la reivindicación de los vendedores ambulantes, porque consideran que el mercadillo es un espacio seguro y en ello ha trabajado el consistorio durante este tiempo, si bien ha puntualizado que también entiende la decisión de Sanidad de tomar medidas ante el incremento de la pandemia y la necesidad de frenar su expansión.