El consistorio ha elaborado una campaña de comunicación basada en tres ejes, fase informativa, fase ejecutiva y fase de resultados. Se informará a los vecinos de diversas formas, a través de trípticos, mupis y autobuses o usando las redes y los medios digitales.
La concejala de Sostenibilidad, Mariana Boadella, ha manifestado que el objetivo es lograr una ciudad de futuro para devolver las calles a las personas, mejorando la calidad del aire, reduciendo la contaminación acústica y fomentando el comercio local a través de las peatonalizaciones de calles.
La ordenanza municipal que regulará la Zona de Bajas Emisiones “Vive Ciudad Real” se llevará al pleno de diciembre. El Ayuntamiento ya ha comenzado a instalar las cámaras de seguridad para controlar la entrada de vehículos a esta zona y habrá seis meses en los que no se multará para que los ciudadanos se familiaricen con este proyecto.
A la Zona de Bajas Emisiones solo podrán entrar los vehículos con distintivo ambiental (se puede obtener en la oficina de Correos). Los que estén censados en Ciudad Real tendrán una moratoria de tres años, según ha recordado la concejala de Movilidad, Raquel Torralbo, quien ha señalado que con “Vive Ciudad Real” se conseguirá reducir el tráfico hasta un 10% en el año 2030.
El consistió dispondrá de 10 autorizaciones diarias para los vehículos que vengan de fuera de Ciudad Real y no tengan el distinto ambiental para que puedan circular dentro de la Zona de Bajas Emisiones, a la que también podrán pasar, aunque sean contaminantes, vehículos especiales, ambulancias o adaptados.
Torralbo ha explicado que el Ayuntamiento plantea la construcción de hasta 4 aparcamientos disuasorios en Ciudad Real que estarían ubicados cerca de la estación del AVE, teatro-auditorio, calle Carlos López Bustos y otro en el barrio de Pío XII.
Además, se van a instalar siete estaciones para monitorizar la calidad del aire en diferentes puntos de la ciudad.