Jesús Fernández ha respondido en una rueda de prensa a preguntas de los periodistas sobre el brote de legionella detectado el pasado 11 de diciembre que afecta a 76 personas, de las cuales veinte permanecen hospitalizadas, una en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Ciudad Real, que está mejorando.
El consejero ha explicado que tras detectarse el brote el 11 de diciembre, entre los días 12 y 13 se cerraron todas las fuentes y torres de refrigeración de la localidad, ya que ese es el medio de contagio, por lo que desde entonces no ha podido producirse ningún caso y los que van apareciendo se infectaron antes.
Teniendo en cuenta que el periodo de incubación es de diez días, se espera que hasta el 23 o 24 puedan aparecer más personas infectadas, aunque cada vez son menos los casos positivos.
Fernández ha explicado que cada día se van actualizando los datos y, en ese sentido, ha anunciado que esta tarde se informará en una rueda de prensa en el hospital de Manzanares.
También ha señalado que entre hoy y mañana se podría anunciar cuáles son los focos del contagio, una vez que se tengan los resultados definitivos de los análisis.
Del total de 103 posibles focos del brote de legionella, desde la Consejería de Sanidad se piensa que puede estar en dos de ellos, aunque todavía está por confirmar el resultado definitivo, que se espera conocer hoy o mañana.
La mayor fuente de contagio de legionella para las personas lo constituyen los sistemas de refrigeración y aire acondicionado de los grandes edificios como oficinas, hospitales, hoteles y centros comerciales.
El periodo de incubación de la legionella oscila entre dos y diez días y, al principio, el paciente puede sentirse cansado y débil.
Los síntomas más frecuentes de la legionella son fiebre, alteraciones gastrointestinales, tos, dolor de cabeza y fatiga muscular y dificultad respiratoria, y para su tratamiento se utilizan antibióticos.