La Fiesta de Moros y Cristianos de Las Valeras es "una de las tradiciones más vivaces, entusiastas, auténticas y coloridas de la región", ha informado la Junta en un comunicado.
Anualmente, los residentes de Valera de Abajo se transforman en actores de una fascinante narración que mezcla historia, cultura y religión, ya que rememoran las épocas medievales, cuando la Península Ibérica estaba dividida entre los reinos musulmanes al sur y los reinos cristianos al norte.
Estas fiestas, llenas de batallas simuladas, procesiones y eventos festivos, rinden homenaje al proceso histórico por el que los reinos cristianos recuperaron gradualmente los territorios ocupados por los musulmanes.
La fiesta se desarrolla en varias etapas que recrean diferentes aspectos de la lucha histórica.
Los participantes se dividen en tropas o filas que representan tanto a los moros como a los cristianos y se visten con trajes detallados y extravagantes que recuerdan a los guerreros y nobles de la época.
Se inicia con el desfile inaugural, donde todas las tropas marchan por las calles de la localidad con su indumentaria al completo, desde brillantes y coloridos trajes hasta elaborados uniformes, capas y turbantes, ofreciendo una visión fascinante de la rica historia y cultura de España.
Música y danza
Los espectáculos de música y danza son una parte integral de las celebraciones, con bandas que animan a la multitud con ritmos vibrantes y pasos que apenas descansan durante los días que las fiestas son celebradas.
Una de las partes más emocionantes de la festividad es la recreación de las batallas entre los moros y los cristianos.
Estos eventos teatrales son una muestra de valentía y drama, con los participantes lanzándose al combate con espadas, en un espectáculo de pólvora y estruendo que llena el aire con la emoción de la batalla.
Esta fiesta también es una oportunidad para Valera de Abajo de reunirse y celebrar, ya que las calles se llenan de alegría y las casas de las personas responsables en ese año de organizar se convierten en un lugar donde descansar las tropas y disfrutar de un tentempié, y durante la celebración lucen más bonitas y con más ilusión que nunca.
Como cualquier celebración religiosa, la Fiesta de Moros y Cristianos también tiene su parte espiritual.
Santo Niño
Suele culminar con una procesión en la que la imagen del Santo Niño de la localidad es llevada por las calles, acompañada por los fieles y seguida por las tropas de moros y cristianos en un ambiente de respeto y devoción.