Desde entonces la atiende Sagrario, quien ha lamentado que la normativa le impida seguir al otro lado de la botica, y que de momento no haya nadie interesado en el traspaso.
La farmacia atiende a una población de unos 200 habitantes, pero también se ocupa de varios botiquines en la comarca, una de las más despobladas y envejecidas de la provincia.
Viabilidad económica
Por su parte, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, ha reconocido, en declaraciones a Onda Cero Cuenca, de las dificultades que tienen las farmacias rurales para la supervivencia económica.
En la actualidad son casi 70 las ubicadas en localidades de menos de 500 habitantes.
La de Beteta es una, y su futuro es incierto porque, como muchas, no es rentable, y son pocos los que quieren llevar un negocio deficitario en el medio rural.
Desde el Ayuntamiento de Cuenca han avanzado que solicitarán una reunión con la delegación de Sanidad de la Junta en Cuenca para intentar frenar el cierre.