Serrano Merino, quien ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en el año 1981, toma el relevo a Manuel Laguna, nuevo jefe Superior de Policía de La Rioja, y con quien compartió según ha explicado sus primeros años en el Cuerpo luchando contra el terrorismo.
"Fueron años duros marcados por los atentados de la banda terrorista ETA donde cayeron asesinados muchos compañeros", ha recordado Serrano, quien después formó parte de la Sección Operativa que tuvo que dar respuesta al mayor atentado terrorista de Europa: los ataques de marzo de 2004 en Madrid. Él fue uno de los investigadores principales del 11 de marzo.
"Quiero que estas palabras sirvan de recuerdo y homenaje a los que cayeron víctimas del terrorismo y a los compañeros que trabajaron para esclarecer aquellos horribles hechos e impedir que sus autores continuaran con su macabra misión", ha aseverado.
Serrano ha formado parte del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) hasta su incorporación a Cuenca, a donde ha llegado y ha comenzado su alocución con unas palabras que el escritor Mario Vargas Llosa pronunció cuando visitó en 1987 el casco antiguo de la capital, Patrimonio de la Humanidad.
"Cuenca es uno de los casos en los que el mito y la leyenda están a la altura de la realidad", ha dicho sobre la ciudad, sobre la que ha destacado además que tenga una baja tasa de criminalidad (31,5 infracciones penales por cada 1.000 habitantes), 1, 4 por ciento por debajo de la media regional y casi 10 puntos menos que la media nacional.
En estos momentos hay 150 efectivos de la Policía Nacional.
"Honor y responsabilidad"
Serrano ha manifestado además que afronta este nuevo destino con "honor y gran responsabilidad", y ha avanzado que su trabajo se centrará en la prevención de la comisión de delitos, en la mejora de su investigación, en la protección y asistencia permanente ("especialmente a mujeres y menores víctimas de la violencia machista") y auxilio a quien lo necesite.
En el acto, además de Laguna, Serrano también ha estado arropado por el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, y el jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha, Félix Antolín Diego, además de responsables de otros Cuerpos y representantes políticos provinciales y locales.