En nota de prensa, la asociación ha renegado de que sigan "sin plantearse reducciones de demanda" y se haya vuelto a solicitar por defecto un trasvase máximo en nivel 3 "sin tener en cuenta las necesidades de la cuenta cedente, solo constatando el nivel y ateniéndose al infausto Memorándum".
"No pudieron alcanzar el nivel 2 a pesar de reducir aún más los desembalses al Tajo, la situación es dramática en la cabecera", han señalado, pidiendo que reduzcan la superficie de regadío y usen las desaladoras para no depender del Tajo.
"Tienen desaladoras, que las usen si no son capaces de reducir el consumo de agua, saben que su chiringuito tiene las horas contadas pero exprimen el Tajo porque les subvencionamos el agua", ha explicado la presidenta de la Asociación, María de los Ángeles Sierra.
Así, los ribereños claman ante los más de 10 hectómetros aprobados para agricultura y vuelven a manifestar su predisposición para el agua de boca, aunque entienden que si se redujera la demanda de regadío aumentaría la disponibilidad para consumo humano.
"No nos oponemos a enviar agua para beber, pero el regadío es insostenible y no podemos seguir subvencionando una industria tan dañina para el medio ambiente con dinero y recursos públicos", ha lamentado por su parte Borja Castro, vicepresidente de la Asociación. "El agua del trasvase está fuertemente subvencionada y perjudica gravemente al Tajo y a nuestros embalses, por no hablar del Mar Menor", ha continuado.
"El daño que están haciendo a nuestro patrimonio natural y a la imagen de España es inconmensurable", denuncia Castro, añadiendo que "han ganado cantidades indecentes de dinero a costa de nuestro río, pero el daño lo pagaremos todos los españoles, en especial los agricultores honrados".