Los vecinos de Cantalojas y de Galve de Sorbe, en la Sierra Norte de Guadalajara, están "indignados" porque llevan más diez días sin Internet.
La caída de la fibra óptica afecta a la Administración local, a los escolares, a las casas rurales, que ven como los turistas anulan las reservas al no tener internet, así como a las tiendas y residencias.
Los escasos vecinos de estas pequeñas localidades situadas en “la España vaciada” de la provincia están enfurecidos. Se sienten frustrados e impotentes por una situación que se suma a los fallos de cobertura móvil, a los cortes de electricidad y subidas y bajadas de tensión que causan averías en los aparatos eléctricos.
Pilar Moreno Esteban, teniente de alcalde de Cantalojas, asegura que el ayuntamiento hace todo lo que puede pero la empresa que se hace cargo del suministro hace caso omiso a sus llamadas diarias.
"No nos dan explicación de la causa del fallo en el servicio, ni información de cuanto tardarán en solucionar la incidencia. Estamos abandonados. Nos dan las peores antenas que desechan en otros sitios. Todos los servicios fallan: la luz, el móvil, internet”.
Pilar es también propietaria de los apartamentos 'La ventana de Tejera Negra' y de la tienda del municipio donde en invierno viven unos 90 vecinos pero cuya población se incrementa con la llegada de los turistas que acuden a visitar la zona.