El presidente de la Diputación de Guadalajara, José Luis Vega, el director del Centro Instituciones de Castilla-La Mancha de CaixaBank, José Luis Campo, y el alcalde de Galve de Sorbe, Francisco Javier López, han inaugurado en este municipio el primero de los 33 cajeros automáticos que van a instalarse y prestar servicio en otros tantos pueblos de la provincia durante los próximos cuatro años. Al acto han asistido también la directora Banca de Instituciones de CaixaBank, Mayka Diaz-Chirón, y el diputado delegado de Obras y Servicios de la Institución Provincial, Ramiro Magro.
La instalación y puesta en funcionamiento de estos servicios bancarios en zonas rurales de Guadalajara se está realizando a través de un contrato firmado por la Diputación Provincial con CaixaBank, tras ganar esta entidad financiera el concurso para la prestación del servicio con el objetivo de corregir la brecha financiera que afecta al medio rural de la provincia. En virtud de dicho contrato, CaixaBank se encarga de la instalación y mantenimiento de los cajeros automáticos durante un periodo de 48 meses, contando con financiación de la Diputación de Guadalajara por importe de 2.699.966,25 € durante estos cuatro años.
Los 33 cajeros previstos en el contrato se están ubicando en los espacios decididos por cada ayuntamiento, para lo que la Diputación tuvo que firmar un convenio con cada uno de ellos. Una vez acondicionados los espacios y dotados de la infraestructura necesaria para el funcionamiento de estos dispositivos, CaixaBank está procediendo a su instalación, con una financiación de 178.334,25€ por parte de la Diputación.
Para el mantenimiento de los 33 cajeros automáticos durante los 48 meses de vigencia del contrato, la Diputación aporta 2.491.632 €, con un coste mensual de 1.573 € por cajero. Por su parte, CaixaBank asume el compromiso de mantener los cajeros en perfecto estado de conservación durante todo el tiempo de duración del contrato, garantizando que sus funcionalidades estén disponibles durante las 24 horas del día, todos los días del año.
Todos los cajeros son nuevos y cuentan con un dispositivo de aviso de averías que, en caso de producirse, deberán ser reparadas en un plazo máximo de 48 horas y, si no es posible su subsanación, obligan a que el cajero sea sustituido por otro. Son cajeros adaptados para personas con discapacidades físicas, siendo accesibles para sillas de ruedas y contando con menús adecuados para personas con problemas de visión, como ayuda guiada por voz, conexión por auriculares y teclado en Braille.
Además de la retirada de efectivo, los cajeros ofrecen una amplia gama de funcionalidades: ingresos de dinero con retención de billetes falsos; lectura y actualización de libretas bancarias; transferencias entre cuentas; pago de tributos gestionados por el Servicio de recaudación de la Diputación y posibilidad de pago de impuestos autonómicos y estatales; pago de multas; recarga de teléfonos móviles; y recuperación de tarjetas capturadas, que serán remitidas a las oficinas bancarias que las hayan emitido.
Los cajeros también están dotados de cámara de seguridad, lector para cualquier tipo de dispositivo (tarjeta, móvil, reloj o pulsera), unidad de escáner para lectura de códigos de barra y unidad de impresión de recibos.