De los 6,5 millones de refugiados que salieron de Ucrania para huir de las bombas y la violencia, unos 1.500 ucranianos han rehecho su vida en la región castellanomanchega.
“La mayoría se han integrado aunque una minoría está en fase de autonomía o acogida.” – señala Braulio Carlés, responsable regional de Accem
Accem es una ONG que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas refugiadas y migrantes o colectivos más vulnerables.
Carlés añade que algunos han regresado a Ucrania, sobre todo, los que proceden de zonas menos conflictivas. Sin embargo, la mayoría de jóvenes -muchos de ellos, familias monoparentales- se quedan y poco a poco, a pesar de las dificultades, van logrando trabajo y estabilidad laboral.