La investigación policial se puso en marcha después de que se informara de un robo violento a una mujer de edad avanzada. Según los informes, un hombre se acercó a la víctima y, de manera sorpresiva y violenta, le arrancó la cadena que llevaba alrededor del cuello, causándole lesiones leves. Dos días después, se produjo un incidente similar, lo que sugiere que el mismo individuo podría ser el responsable. Las investigaciones policiales condujeron rápidamente a los dos principales sospechosos al día siguiente: dos hombres, conocidos entre sí, uno de 31 años sin antecedentes penales, que se cree que es el autor material de ambos robos, y un amigo suyo de 34 años, con antecedentes penales, que supuestamente le ayudó a vender una de las joyas robadas.
Ambos hombres fueron detenidos como presuntos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación y receptación. Las joyas robadas fueron recuperadas y devueltas a sus legítimas propietarias.
