Así lo explicado a Europa Press Lourdes Tercero, encargada de la Biblioteca y Centro de Documentación 'Luisa Sigea', espacio que recuperó y visibilizó a una reconocida poeta, filósofa y humanista del siglo XVI natural de Tarancón (Cuenca).
El Instituto de la Mujer se dotó en 2007 de este fondo especializado en igualdad de género y en feminismo para prestar apoyo documental al personal que integran el propio Instituto, así como a las unidades de igualdad de género que se integran en las diferentes consejerías del Gobierno regional, que han ido aumentando con el paso de los años.
Este espacio violeta, que cuenta con monografías, folletos informativos, legislación, publicaciones periódicas, carteles y material audiovisual, así como todo lo referente a las campañas de sensibilización puestas en marcha por el Instituto de la Mujer, ha ido creciendo en préstamos, al mismo ritmo que el feminismo y la igualdad de género ha ido ganando presencia en la sociedad castellanomanchega.
"Anualmente hacemos estadísticas, porque la biblioteca además tiene carta de servicios y tenemos que hacer un informe de indicadores. De 2021 a 2022 el número de préstamos ha aumentado en 1.000. Para lo que es esta biblioteca, pasar de 1.000 a 2.000 préstamos es bastante".
En cuanto al perfil de las personas usuarias, Lourdes Tercero explica que es muy variado. "Como ofrecemos servicios de forma presencial, telefónica y telemática, el perfil depende un poco del canal que utilizan. De forma presencial, el público es variado. Niños, niñas, padres, madres, hombres, mujeres, que vienen buscando un poco de todo: narrativa, cómics, libros infantiles, revistas o ensayos".
De igual modo, las personas que contactan con este centro a través del correo electrónico, suelen ser usuarias más especializadas. "Son profesionales del Centro de la Mujer, de asociaciones o de otras bibliotecas, que demandan investigaciones bibliografías específicas, protocolos o leyes".
Esta biblioteca y centro de documentación no ha parado de aumentar en volúmenes a lo largo de sus 16 años de vida. Según explica Tercero es el propio personal del Instituto de la Mujer el que propone adquirir bibliografía que necesita para trabajar.
Pero también se ha ensanchado gracias a su servicio de 'Desideratas', peticiones que las personas usuarias hacen a la biblioteca para que adquiera fondos de los que no dispone.
"Si a una persona usuaria le interesa un libro, que cree que tiene cabida en nuestra biblioteca especializada en igualdad de género, nos lo propone, lo estudiamos y hacemos una selección bibliográfica. Si ese trabajo cumple los criterios, se adquiere", ha explicado Tercero, que destaca que este servicio de peticiones es muy demandado y ha ido en aumento en los últimos años.