La Audiencia Provincial de Toledo en su Sección Segunda ha condenado a D.D.M. a 22 años y medio de prisión por un delito de asesinato consumado, apreciando la concurrencia de las agravantes de parentesco y de género, por asesinar a su exmujer el 21 de enero de 2020 en la localidad toledana de LaPuebla de Almoradiel.
Tal y como se refleja en la sentencia, recogida por Europa Presss, se ha dictado la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, y privación de la patria potestad respecto de sus hijos menores A. y B., la prohibición de aproximación y comunicación con los mismos durante 35 años, que lo será a 500 metros del lugar donde se encuentren, al domicilio o a cualquier otro frecuentado por ellos.
De igual modo deberá indemnizar a cada uno de sus dos hijos menores que son víctimas y perjudicados a la cantidad a cada uno de 200.000 euros.
La prohibición se extiende en cuanto al alejamiento y comunicación a la tutora legal de los menores, actualmente F.E.M.y en tanto se mantenga el ejercicio del cargo.
El pasado 11 de noviembre, un jurado popular lo declaraba culpable de asesinato con alevosía por unanimidad.
Los hechos ocurrieron en 2020
El 21 de enero de 2020, entre las 22.00 horas y las 23.59 horas el acusado, que residía con su exmujer en la localidad toledana, tras una discusión, "cogió un cuchillo de cocina, de forma que, cuando la asesinada le dio la espalda y se encogió para cubrirse, el presunto asesino, con intención de acabar con su vida y sin que la víctima tuviese posibilidad alguna de defenderse, le propinó con el cuchillo una puñalada en la espalda y después al incorporarse varias puñaladas en el tórax, en el antebrazo y mano derecha, en la mano izquierda, y en la pierna izquierda", lo que le causó ocho heridas en total.
Como fruto de esas heridas, la víctima falleció a causa de un shock hipovolémico causado fundamentalmente por la herida localizada en la línea paraesternal izquierda que afectó al corazón en todo su espesor.
Una vez producidas dichas heridas, D.D.M., sobre las 00.30 horas del 22 de enero, llamó al 112 diciendo que había matado a su mujer, que la había apuñalado en el corazón, pero dijo que no quería ayuda, "que se muriera", relata el escrito de Fiscalía.
Poco después también llamó a una vecina, a la que le dijo en torno a la 1.01 horas de la madrugada que había matado a su exmujer "porque se iba con moros y negros y se lo restregaba en la cara", por lo que "se había encargado de que es estuviera bien muerta".