La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) lamenta la improvisación con la que se está ejecutando el traslado de servicios del Hospital Virgen de la Salud al Hospital Universitario de Toledo, el último de ellos el de la planta de pacientes Covid.
A pesar de que estaba proyectado para el próximo 30 de noviembre, la planta Covid comenzó ayer su trasvase al nuevo hospital, “con muchos profesionales enterándose en el último momento de que su nuevo puesto de trabajo ya no estaba en el Virgen de la Salud”, señala la responsable del Sector de Sanidad de CSIF Toledo, Marisa García.
Es más, este martes continúa preparándose la planta Covid y aún falta material a pesar de que ya hay pacientes ingresados en el nuevo hospital. García subraya que “estamos hablando de un colectivo de pacientes, con Covid, que por sus características necesita de todas las medidas de seguridad, no puede ser que en el último momento entren prisas y se hagan las cosas mal.
El presidente regional, García-Page, señaló el pasado jueves que se iba a trasladar esta semana la planta Covid y parece que su anuncio vale más que una correcta planificación, está siendo todo caótico”.
No en vano, ya se han incumplido con anterioridad los sucesivos cronogramas proporcionados por la Gerencia del Complejo Hospitalario de Toledo, pero “lo importante siempre ha sido que los pacientes sean atendidos y los trabajadores puedan ejercer su labor en las mejores condiciones posibles, pero sin embargo se están enterando de las noticias sobre el cambio ubicación de su puesto de trabajo por la prensa”, añade la responsable de Sanidad de CSIF Toledo.
Urgencias
El Servicio de Urgencias en estos últimos días está soportando una media de más 30 pacientes pendientes de ingreso, con picos que incluso superan los 50; una situación que ayer se agravó, con 65 pacientes a la espera de recibir una cama, y con el colapso de las ambulancias por el traslado de pacientes ingresados en la planta Covid del Hospital Virgen de la Salud al nuevo hospital.
CSIF ha denunciado esta situación en múltiples ocasiones y que puede volver a repetirse en el nuevo hospital si no se adoptan medidas organizativas y de ampliación de espacios necesarias. La Gerencia debe entender que Urgencias no es un servicio de prehospitalización.
De hecho, cuando faltan apenas tres semanas para el traslado del Servicio de Urgencias, CSIF señala que los problemas de saturación pueden persistir debido a que los puestos para pacientes encamados serán menos (76 puestos actuales frente a los 67 del nuevo hospital), con la única novedad de tener una sala con 26 sillones para los pacientes que puedan ser atendidos sentados.
A ello se suma que el número de camas de hospitalización es muy similar (853 en el nuevo hospital).
Esta carencia de camas y la organización de nuevas actividades clínicas de especialistas en Urgencias pueden ocasionar una falta de puestos para la atención de pacientes encamados, que son completamente necesarios ante la elevada cantidad de pacientes geriátricos, frágiles y con patologías graves que necesitan estar tumbados.