La caída generalizada del crédito, unido al freno en la concesión de nuevas hipotecas que se está viendo este año en el sector financiero, provocaron que el saldo vivo de créditos para la compra de vivienda cayera en agosto por debajo del medio billón por primera vez desde 2006.
Como consecuencia del encarecimiento de la financiación y las altas tasas de inflación, los últimos datos del mercado inmobiliario en nuestro país muestran que las operaciones de compraventa de viviendas y firmas de hipotecas se están contrayendo.
Cabe destacar que a nivel sectorial se aprecia una caída en la nueva producción hipotecaria del 22% en el ejercicio, frente a una disminución de solo el 2% en el caso de Eurocaja Rural.
Esta situación en la Caja es producto fundamentalmente de dos circunstancias. Por un lado, la apuesta de Eurocaja Rural por la flexibilidad y adaptación del catálogo de productos y servicios. En este sentido, la entidad ha ampliado su catálogo de productos hipotecarios ofreciendo productos tanto a tipo fijo, como variable o tipo mixto que combina ambos tipos de interés durante la vida del préstamo. Y por otro, el potente incremento en la implantación de su modelo de negocio cooperativo, a través de un proceso madurado de apertura de sucursales y agencias financieras en ubicaciones estratégicas de la geografía española.
Además de todo ello, el asesoramiento personalizado que proporciona Eurocaja Rural a la hora de proporcionar respuestas a los clientes estudiando cada caso de forma específica para procurar las mejores condiciones posibles, o la agilidad en su tramitación proporcionando respuesta de viabilidad a las hipotecas entre 48 y 72 horas después de aportar la documentación necesaria, inciden también en la consecución de estos datos.
Esta estrategia ha supuesto que, en relación con el stock vivo de operaciones y saldo, la tendencia anual en Eurocaja Rural sea creciente y el aumento respecto a los datos de octubre de 2022 muy significativo, pues alcanza el 5% de incremento, frente a una caída del 4% del sector en España.
Desde que empezaron a subir los tipos de interés, en julio del año pasado, a nivel sectorial, el stock vivo de inversión crediticia en el negocio hipotecario ha disminuido en 20.000 millones. Además de como producto de la ralentización en la generación de nuevas operaciones, esta caída se ha visto reforzada por la tendencia creciente del mercado con amortizaciones anticipadas en las operaciones existentes.
Eurocaja Rural no ha sido ajena a esta tendencia general, sin embargo, la potente generación de nuevo negocio hipotecario, ha permitido compensar claramente el efecto negativo de las amortizaciones anticipadas sobre el saldo vivo.
Este incremento de financiación en su base de socios y clientes tiene un importante impacto en la economía real, generándose renta, recaudación fiscal y puestos de trabajo, tal y como certificó el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas en su informe 'Impacto Económico' de Eurocaja Rural. En concreto, según los datos obtenidos en 2022, por cada euro de préstamo concedido al sector privado, se genera 1,2 euros de renta y 0,52 euros de recaudación fiscal, mientras que por cada millón de euros de préstamos se crean 19,8 puestos de trabajo.
Esta financiación genera un aumento del consumo e inversión de familias y sector privado que a su vez produce un incremento de producción en la economía contribuyendo también al PIB nacional con 923 millones en 2022 y generando una aportación fiscal estimada de 400 millones de euros a las arcas públicas.