Según la organización agraria, dos meses después del temporal todavía hay superficies de cultivo, sobre todo las ubicadas en los valles, con zonas encharcadas, acumulaciones de lodo y arena, regueros, zanjas (algunas de gran extensión y profundidad) y deslizamientos de tierras, lo que dificulta el trabajo y está provocando que los tractores y cualquier maquinaria pesada se hunda en el terreno impidiendo llevar a cabo las labores previas a la siembra, que suelen comenzar en septiembre para, posteriormente, durante los meses de octubre y noviembre, echar la simiente.
"Pero no solo se está retrasando la sementera. Son muchos los cerealistas que este año tendrán que dejar sin sembrar muchas de las tierras afectadas, por las dificultades que están teniendo en su acondicionamiento", ha denunciado en un comunicado de prensa dicha organización. .
Ante esta situación, y "atendiendo a causas de fuerza mayor", Asaja de Toledo insta a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural "a mostrar empatía con los afectados y que no sean sancionados por posibles incumplimientos de las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (conocidas como condicionalidad reforzada) a las que están sometidos todos los perceptores de ayudas de la Política Agraria Común (PAC)".
En concreto, se solicita que se atenúen las normas relativas a la diversificación de cultivos y superficie de barbecho.
Asimismo, la organización agraria pide que se flexibilicen los requisitos de los ecorregímenes de la PAC para que los agricultores puedan cumplirlos y acogerse a ellos y no vean reducidas sus ayudas.
En este sentido, considera que, entre otras medidas, se debería permitir a los cerealistas afectados dejar un mayor porcentaje de barbecho.