La Policía Nacional ha desmantelado en el toledano barrio de Santa María de Benquerancia una plantación de marihuana subterránea de grandes dimensiones con capacidad para producir más de dos toneladas de esta droga al año.
El cultivo estaba oculto bajo una nave industrial y la única persona detenida por estos hechos es una mujer de 55 años de edad, sin antecedentes, quien en el momento del registro se encontraba a cargo del cultivo, ha informado la policía.
Inicio de la investigación
El pasado mes de abril, los agentes de la Policía Nacional especializados en la lucha contra el tráfico de drogas iniciaron una investigación en torno a una nave industrial situada en Toledo en la que aparentemente se estaba realizando una actividad de venta de colchones, si bien las primeras gestiones ya indicaron que no había actividad comercial real e incluso que existían indicios de que en el interior pudiera estar cultivándose droga.
Cuando se realizó la inspección de la nave, los agentes observaron que dentro se habían construido dos estancias con placas de cartón yeso en cuyo interior había camas y lavabos, por lo que todo apuntaba a que se trataba de la vivienda de una persona que podría estar realizando labores de custodia de la nave.
El cultivo no se hallaba a la vista, sino que se encontraba en una construcción subterránea de 600 metros cuadrados que el propietario de la nave había construido como almacén y los responsables de la actividad criminal habían acondicionado con 13 estancias individualizadas.
Cada una de ellas alojaba un cultivo y estaban perfectamente equipadas con equipos de aire acondicionado, extractores, reactancias, transformadores, cuadros eléctricos, luces y lámparas, ventiladores, humidificadores y tubos para la expulsión de aires.
Las 4.040 plantas halladas en las diferentes estancias se encontraban en distintas fases de crecimiento, lo que habría permitido a los traficantes una recolección continua de sustancia estupefaciente durante todo el año.
Este centro de producción de marihuana que ha sido desmantelado hubiera permitido a los responsables obtener una cantidad estimada de 2.400 kilogramos de sustancia estupefaciente por año.
Hasta el momento, la única detenida por estos hechos es una mujer de 55 años de edad que residía en el lugar y presuntamente era la encargada del cuidado de la plantación, a la que se le imputan los delitos de tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.