La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo expresó durante su última sesión plenaria su rechazo a la reciente decisión del Ayuntamiento de Murcia de declarar persona non grata a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, por reclamar «el fin del trasvase Tajo-Segura».
Los académicos toledanos han expresado, a través de una moción, cómo desde el inicio de la redacción de la «Lista de patrimonio en peligro», elaborada por la institución desde el año 2017, el río Tajo aparece como el bien más amenazado.
Este hecho se debe al proceso de degradación sufrido desde los años setenta del pasado siglo, plasmado en una merma de caudal y la creciente contaminación de sus aguas, con importantes efectos en la vida, la economía y el ámbito social.
Ante esta situación —prosiguen los académicos—, son cada vez más evidentes las llamadas que hacemos desde la sociedad civil y nuestros principales responsables públicos con el fin de llamar la atención sobre una situación enquistada que requiere soluciones drásticas.
A ello se debe que buena parte de nuestras autoridades, de una u otra ideología y que nos representan a todos, muestren su preocupación por el estado de un río que ha perdido su capacidad de generar ilusión y vida.
Afortunadamente, este tipo de manifestaciones son cada vez más frecuentes y empiezan a hacerse oír fuera de nuestra tierra.
Consecuencia de ello es que algunos hayan interpretado esta llamada a la razón como un ataque y se estén aprobando desafortunadas declaraciones públicas, incluida la de persona non grata por parte de
instituciones tan destacadas como es el Ayuntamiento de Murcia.
Y todo ello por decir que el trasvase del Tajo es una obra surgida al amparo de un modo de actuar propio del siglo XIX, que no respeta la conservación del medio ambiente ni el patrimonio cultural de la gente que siempre vivió a su alrededor.
Desde nuestro punto de vista —continúa la moción aprobada por los académicos toledanos—, estamos ante una decisión anacrónica y desafortunada, que solo fomenta rivalidades y agravios en vez de procurar la reflexión conjunta y la búsqueda de las soluciones que todos necesitamos.
En este sentido, conviene recordar que las poblaciones del valle del Tajo siempre hemos actuado con la prudencia y generosidad que merece la relación entre gentes que se valoran y necesitan. Por si hubiera alguna duda, ahí está el agua del Tajo que ha regado aquellas tierras durante décadas.
Ante tal despropósito, conviene recordar que esta relación no es de ahora, sino que viene avalada por el tiempo. Quizá sea un buen momento para recordar que Murcia fue fundada por el toledano Abd al-Rahman II.
También, que fue otro paisano, nuestro Alfonso X, el que la refundó y convirtió en una ciudad importante en la corona de Castilla. Sinceramente —concluye el escrito—, creemos que ninguno de ellos merecería una declaración tan impropia como es la que reciben en aquellas tierras otros toledanos en nuestros días.