En este sentido, reprende Txema Fernández al equipo de Gobierno por conocer desde, hace casi dos meses, esta coyuntura “y no preparar con anticipación ni una nueva licitación ni, que sepamos, alguna plaza municipal, que debería ser la opción más idónea ante el trabajo continuado que exige una ciudad como la nuestra”.
El portavoz municipal de Izquierda Unida recuerda que estos servicios se hacen fundamentales en una ciudad Patrimonio Histórico de la Humanidad en la que, además, se está debatiendo el Plan Especial del Casco Histórico, el Plan de Ordenación Municipal y “se van a iniciar, con la financiación del Estado, nuevas obras en Vega Baja así como las obras de construcción del Campo de Fútbol Carlos III, también en el entorno de Vega Baja”, alerta.
Al respecto, aprecia Txema Fernández, esta circunstancia “es solo una muestra más de la falta previsión y de credibilidad en el trabajo de defensa del patrimonio de Toledo que tiene un equipo de Gobierno que ejecuta sus políticas con criterios mercantiles”. Y recuerda que la empresa adjudicataria “de esta prestación esencial” se hizo con este contrato por 6.000 euros menos del presupuesto en el que los servicios técnicos municipales valoraron su prestación.
Txema Fernández defiende así la necesidad de abordar con personal propio municipal estable “los trabajos que deberán desarrollarse en la ciudad durante mucho tiempo, mucho más de lo que dura cualquier contrato, pero para eso necesitaríamos un Gobierno local que crea más en el servicio público que en los modelos de gestión privatizados”.
Además, y dado que en el perfil del contratante no se ha iniciado el expediente para adjudicar estos trabajos, Fernández espera que “cuando se prepare la Oferta Pública de Empleo del Ayuntamiento se incluya, al menos, una plaza de este perfil tan especializado y tan necesario en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad”.
Txema Fernández ya defendió en abril de este año una moción para implementar un Servicio de Control Arqueológico Municipal con personal propio y la incorporación a la plantilla del Ayuntamiento de técnicos cualificados que lo hagan útil. Y, como complemento a esta medida, proponía el concejal de Izquierda Unida iniciar los trabajos de redacción de una nueva ordenanza municipal fiscal o la revisión de alguna existente, para establecer el importe de los nuevos servicios municipales que prestaría directamente el Ayuntamiento de Toledo.
El servicio de control, seguimiento y asistencia arqueológica a los servicios técnicos municipales de Urbanismo, incluyendo el control de la licencias de obras menores, se formalizó el pasado 18 de enero de 2021 por un periodo de dos años, más otros dos de prórroga, de modo que estaba prevista su terminación el 18 de enero de 2025.
Sin embargo, el pasado 26 de septiembre, por Decreto de Alcaldía número 8000, se iniciaba el expediente de resolución del contrato -por renuncia expresa de la empresa que venía ejecutando estos trabajos-, y se esperó hasta el 18 de octubre para formalizar un contrato menor para hacer este trabajo entre los meses de octubre y diciembre de 2024.
Ahora bien, a partir del 1 de enero de 2025, la ciudad de Toledo estará huérfana de un servicio fundamental con el que garantizar la preservación de las huellas históricas. Y concluye Txema Fernández que como ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad, “tiene la obligación de asumir la responsabilidad de conservación y protección de su patrimonio artístico, natural y el derivado de los conos visuales, así como la de tomar las medidas oportunas, incluidas las arqueológicas, para ello”. Una labor que, considera el portavoz municipal de Izquierda Unida, “debe llevarse a cabo con la gestión directa sin tener en cuenta criterios mercantiles”.