El Consejo Local de la Mujer se ha concentrado este martes en el parque de La Vega para mostrar su repulsa ante los casos de violencia machista que aún hoy siguen copando la actualidad.
En el mes de septiembre cuatro mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, y cuatro niños quedaron huérfanos, según cifras oficiales.
En esta ocasión ha sido Javier Covarrubias, de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género, el encargado de leer el manifiesto en el que se ha exigido al Gobierno central una legislación que ponga fin a la trata de personas con fines de explotación sexual. “Exigimos al Estado español, en sus diferentes niveles de administración, la promulgación de políticas y medidas que combatan este delito hasta su definitiva erradicación”, ha indicado.
En este sentido, han denunciado que la compra de servicios sexuales responde una forma de violencia de género y sexual cuyo origen se encuentra en la demanda que ejercen principalmente los hombres. “Los prostituidores son hombres que abusan del privilegio masculinizado de poder comprar el cuerpo de una mujer, basado en valores que representan el estereotipo tradicional de masculinidad hegemónica”, han apuntado.
De esta forma, desde el Consejo Local de la Mujer se ha reclamado un nuevo martes una adecuada educación afectivo-sexualpara prevenir “estas relaciones de dominio; no podemos permanecer callados ante esta realidad, pretendiendo no tener responsabilidad moral ante estos actos”, han recogido en el manifiesto, además de interpelar de manera directa a los hombres y preguntar: “¿Cuál es nuestro papel y responsabilidad ante cualquier manifestación de violencia?”.
La respuesta, como han compartido desde el Consejo, es levantar la voz para lanzar a la sociedad un claro mensaje de rechazo absoluto de las raíces de la violencia contra las mujeres. “No hay excusa posible, animamos a las instituciones competentes a que no se muestren pasivas ante cuestiones de esta índole”, ha indicado, convencidos de la responsabilidad de actuar 2allí donde se dé o se prepare el horror, denunciando aquellos casos que conozcáis y apoyando, sin vacilar, a las víctimas”, pues como han exclamado: “¡El silencio nos hace cómplices!”.