El presidente de ADIVAL, Alfonso Muñoz, nos cuenta que las agujas tienen problemas de calidad que afectan en el momento del pinchazo, pero también al acoplarlas al dispositivo suministrador de insulina. Desconocen si se trata de una partida defectuosa o si la fomra de fabricarlas no está siendo la correcta. No es un problema de difícil solución, pero no parece que el problema se vaya a resolver con prontitud. ante la falta de otro tipo de respuesta, han comenzado a presentar reclamaciones, para que se ponga una solución a esta situación.
Muñoz asegura que el pinchazo de insulina no suele y no debe ser doloroso, pero con estas agujas lo es. Y lo que es peor, la zona en la que suele administrar la insulina, con el tiempo, sufre un endurecimiento del tejido graso bajo ella y con esta agujas está sucediendo de manera más rápida y acentuada.