Si hace siete año se rechazó la explotación de las llamadas "tierras raras", los mismos condicionantes que dieron al traste con aquel proyecto siguen estando presentes, más aún. Esta nueva iniciativa está provocando más alarma social y la situación hídrica del territorio es bastante peor.
Además, en el territorio afectado hay una parcela gestionada por la IRIAF (Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha) y que tiene una cesión demanial a FIRE con el objetivo de demostrar que la agricultura y la gestión forestal pueden ser actividades sostenibles beneficiosas para la biodiversidad local.
Benayas pide paciencia para ver por dónde avanza todo, pero si se abre la puerta a una explotación minera llevarán el asunto a las instancias necesarias para detenerlo.