Jaime Aliseda, segundo entrenador, reconoce el hartazgo. Siempre han querido que los jugadores ayuden a los árbitros, que no dificulten una labor que entienden complicada, pero temen que pueden haber pecado de ingenuos. En varias ocasiones, bastante a menudo, han vivido situaciones resueltas de forma injusta y creen que las presiones y quejas de otros pesan más que la verdad. Hace algunas jornadas el portero del equipo rival propinó varios puñetazos a Feter, hay imágenes que lo muestran. A pesar de que el juez de línea se encontraba en una posición inmejorable para verlo no dijo nada, aunque la grada, situada al lado opuesto de la acción, rugió ante gestos inequívocos que delataban lo que estaba pasando. Y la acción quedó sin sanción.
Más recientemente, un penalti pitado a favor del 'Sánchez Mellado' fue anulado por una supuesta mano previa, que no se ve en las imágenes y que el asistente no marcó hasta que no se vio rodeado por los jugadores del equipo rival que se encontraban en la banda calentando y que le intimidaban. Ante todas estas acciones el club guardó silencio, creyendo siempre en el juego limpio y en tratar de preservar una posición alejada de la crítica a los árbitros, a los que siempre se les ha brindado el debido respeto. Pero parece que otros sacan rédito de una actitud bastante más agresiva hacia el trio arbitral.
En lo referente a la expulsión por doble amarilla de Vere, Aliseda confirma que se va a presentar recurso con el apoyo de las imágenes y confía en que se obtenga la respuesta favorable porque si no, reflexiona, se mandará el mensaje de que sale más rentable la picaresca y la mentira que el juego limpio.