Según Merlo la calidad de la uva está siendo buena, pero la vid no brotó de manera adecuada, algo que ha afectado principalmente a la uva tinta. Estima que puede haber entre un 15 y un 20% menos de uva tinta. Es precisamente en los vinos tintos donde hay un mayor problema, los blancos se están vendiendo bien, pero los tintos jóvenes no tienen mercado, no así crianzas, reserva y gran reserva. Además todavía hay un excedente de vinos tintos derivados del parón que sufrió la hostelería durante la pandemia, lo que dificulta su venta y merma su precio. Merlo espera que la reducción en la cosecha sirva para regular esos precios porque la situación del sector es desalentadora.