Afirma que la extracción de tierras raras no cambia la química de la tierra. Se realiza un pozo que no baja muchos metros y se extrae la tierra. Por un lado al separación se hace a pie de pozo, aunque nos ha contado que se necesitará contar con alguna planta en la que se proceda a una tratamiento con ácidos para separara los elementos que se buscan de la tierra que luego volverá a ser repuesta.
Higueras ha contado que confía en la legislación que tenemos en España y que es más restrictiva, lo que debería eliminar la posibilidad de que se produzca contaminación del entorno, cosa que sí ocurre en explotaciones en otros países. También confía en que los ingenieros serán capaces de perfeccionar procesos que no requieran de tantos recursos hídricos, aunque no asegura que esos procesos existan hoy en día. Y por último aventura que la tierra volvería a ser cultivable, aunque sería necesario realizar un estudio para saber después de cuánto tiempo, tras la explotación minera, sería posible esa labor agrícola.