En los 8 primeros capítulos hemos visto cómo Cervantes seguía una inspiración bíblica para confeccionar Don Quijote de La Mancha, pero eso está a punto de cambiar. Ante nosotros se abre un horizonte en el que las novelas pastoriles, de caballerías y la mitología empiezan a ser más presentes. Santos Neira no seguirá guiando y animando a participar de este juego de acertijos y dobles intenciones que lleva más de una década desenmarañando.